Juramentación
del Embajador.
La juramentación del
Jefe de la Misión puede ser hecha por el Presidente de la República o por el
Canciller e incluso por el Director General del Despacho si hubiese necesidad.
Es un acto bastante solemne el cual queda registrado en los libros que se llevan
al efecto. Tiene lugar, como ya se menciono, después de los trámites
administrativos necesarios para ello.
Publicación
en la Gaceta Oficial.
Es de señalar que todos estos trámites
administrativos (autorización de la Asamblea y nombramiento) deben ser publicados en la Gaceta Oficial.
Cumplida esta formalidad, el Embajador designado comienza los preparativos de
su viaje.
Despedida
del Presidente.
Antes de viajar el Jefe de Misión debe despedirse del Presidente para cuyo
efecto solicita una entrevista por intermedio de la Dirección General del
Protocolo. Durante la misma el Jefe de Estado le suele recomendar como desea la
orientación que debe dar a su Misión y acostumbra decirle que incluso pudiera,
el Embajador, llamarlo o escribirle directamente si así lo desea. Esta sugerencia del Presidente, no es más que un acto de cortesía del Jefe
del Estado, al que no debe recurrirse directamente ya que la instancia del
diplomático es el Canciller. Algunos Embajadores, sobre todo los políticos, si
acostumbran utilizar esta vía la cual, no es que este prohibida, sino que debe
ser vista con cautela para evitar las suspicacias e incomodidades que tal acción pudiera generar
al titular del Despacho en el que él se desempeña.
Partida
y recibimiento del Embajador
Queda
todo listo para la partida del
Embajador, quien, por supuesto debió haber participado el viaje, días antes a
su futura Embajada. Los funcionarios que lo esperan en su nuevo destino, y muy
especialmente el Encargado de Negocios Ad Ínterin, abran tomado
las previsiones en ese
sentido, comunicando personalmente y por
escrito al Director del Protocolo, el día y hora en que llega el Embajador, y
cual línea aérea u otro medio de
transporte habría de utilizar. Esta información permite la recepción oficial
del Gobierno, junto con las facilidades debidas al nuevo funcionario. Durante
el recibimiento, en la escalerilla del avión en la mayoría de los casos, el
Encargado de Negocios, el Director del Protocolo y demás funcionarios de la
Embajada reciben conjuntamente al Embajador y lo llevan al salón V.I.P (Very Important Person), del aeropuerto, en el
cual, seguramente se encontraran otros empleados, personas vinculadas a la
Embajada y connacionales que desean
saludarlo. Es posible prever algún brindis allí o en la Residencia, para celebrar
la llegada del Jefe de Misión. Durante
las conversaciones, el Director del Protocolo le indica la fecha en la que será
recibido por el Ministro de Relaciones Exteriores.
Presentación
de las Copias de Estilo al Canciller del país Receptor
Unos días después,
cuando es notificado sobre esta audiencia, el Embajador concurre con el
Encargado de Negocios y allí hace entrega de las Copias de Estilo al titular de
la Cancillería. Tiene lugar una conversación de una media hora, y el Ministro,
luego de desearle éxito en sus funciones, le indica que en pocos días lo
llamaran para comunicarle cuando lo recibirá el Presidente para la entrega de las Cartas Credenciales. Es de
hacer notar que a los efectos diplomáticos, el Embajador aun no ha entrado en
funciones por lo que el Jefe de Misión interino continúa siendo el Encargado de
Negocios. Tan solo para su país, el Embajador está en capacidad de actuar como
tal.
Presentación
de las Cartas Credenciales
Mientras el Embajador prepara un bosquejo de lo que piensa
conversar con el Jefe del Estado receptor, debe ser informado por su personal
acerca del Protocolo y Ceremonial que se acostumbra a los efectos de la
presentación de las Cartas Credenciales, e igualmente como ha de ser la
vestimenta y la Etiqueta ya que la misma
varía según el país de que se trate y la época en que tendrá lugar este
importante acto. En algunos países del Medio Oriente, por ejemplo, se acostumbra
traje blanco durante el verano y palto levita o jacket en el invierno. Otros países sugieren el traje oscuro y
los monárquicos, prefieren en ocasiones el Palto Levita o el Frac. Los Jefes de
Misión utilizarán para la ocasión sus
respectivas condecoraciones si las poseen. Cuando es informado del día y hora
para presentar las Cartas
Credenciales le preguntan si prefiere que la comitiva vaya a buscarlo a la Embajada, también llamada Cancillería o
a la Residencia. En algunos países, estos trámites llamados Protocolo de Estado o Ceremonial Diplomático,
que empiezan cuando el Embajador llega a su destino, comportan un estilo
diferente.
El
Embajador se dirige al Palacio Presidencial para entregar sus Cartas
Credenciales
En aquellos países
donde existen Cortes Reales, como Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, España y
otros, se acostumbra buscar al Embajador
en carruajes y atuendos propios de las monarquías, mientras que en otros el
Protocolo y el Ceremonial son más sencillos y se limitan a una comitiva de
varios automóviles oficiales escoltados por varias motos. Es conveniente
señalar que en todo caso, las banderas de ambos países, Receptor y Acreditante,
son colocadas a ambos lados del vehículo que transporta al Embajador. En el
primero de ellos se encuentra también, junto al Jefe de Misión, su esposa, si
lo desea y el Director del Protocolo y
en el segundo un asistente de Protocolo con el Encargado de Negocios. En el
tercer vehículo irán otros funcionarios y algunos familiares del Embajador
designado. La comitiva parte del lugar y se dirige al Palacio Presidencial.
Resultan momentos interesantes conocer que el Jefe del Estado aguarda por el
Embajador; de allí que las vías se encuentran despejadas para recibirlo a
tiempo gracias al trabajo de las escoltas.
El
Embajador llega a Palacio
Al llegar a Palacio,
e inmediatamente descender de los
automóviles, suenan las notas del Himno Nacional de Venezuela, al término del cual, el Embajador pasa revista, a una
Guardia de Honor que allí se encuentra. A su lado el Director del Protocolo,
detrás el Encargado de Negocios y demás funcionarios. Lo recibe el Director del
Ceremonial quien le hace algunas indicaciones sobre cómo se desarrollará el
acto. Le pregunta en qué idioma desea expresarse, la forma del Salón donde lo
aguarda el Presidente y le informa que otros funcionarios estarán allí y como
debe proceder a la entrega de las Cartas Credenciales.
Entrega
de las Cartas Credenciales
Acto seguido, lo conduce a las puertas del Salón y allí,
alfombra de por medio, se encuentra el Jefe del Estado en un extremo. El
Embajador avanza y se detiene en el extremo opuesto donde se encuentra el Presidente a quien
saluda protocolarmente, incluido el término “Excelentísimo”, en la mayoría de los
países, y “Honorable” en otros. Le hace saber, siempre de una manera muy
respetuosa, que le trae un saludo de su Jefe de Estado y que se siente muy
feliz de estar representando a su país. Es de advertir que lo normal es que el
Embajador pronuncie las palabras de salutación en su propio idioma, que es lo
correcto y que el Jefe del Estado igualmente conteste en el suyo. En el
supuesto de que ambos hablen el mismo idioma, no hay problema alguno, pero si
se trata de lenguas diferentes, se utiliza un intérprete que está ubicado entre
ambos. Al término de las palabras del Embajador responde el Presidente y al
finalizar éste los dos avanzan y se encuentran en medio de la alfombra, momento
en el cual el Embajador hace entrega de sus Cartas Credenciales, conjuntamente
con las Cartas de Retiro del Embajador precedente. El Jefe de Estado las toma y
las pasa al Canciller. Es el momento de estrecharse las manos. El Embajador
presenta al hasta entonces Encargado de Negocios y demás funcionarios de su Misión y luego, el
Presidente invita al Embajador a una conversación en ese mismo Salón a la cual
en algunos países asiste también el Encargado de Negocios y en otros no.
Conversación
entre el Presidente del país Receptor y el Embajador
Como el Protocolo y
el Ceremonial varían en muchos países, aunque conservan la esencia misma de
estos menesteres, el Presidente puede tomar asiento en un sofá y ubicar a su
derecha o izquierda al Embajador, o bien
puede utilizar sillas o butacas dispuestas para tales fines. Ambos comienzan
una conversación que normalmente inicia el Jefe de Estado, en la cual solo
intervienen ellos nada más y el intérprete si es necesario. Es un dialogo que
normalmente dura una media hora, tiempo suficiente si se toman en cuenta las
múltiples ocupaciones de un Presidente. Se conversa de las relaciones
bilaterales, de sus países, se pasa revista a diferentes tópicos comerciales
que pueden estar relacionados con la economía, asuntos de carácter político,
cultural y muchos otros. Al poco tiempo,
unos cuarenta minutos o media
hora, se sugiere al Embajador estar pendiente de esos pequeños detalles no
escritos que hacen suponer que el Jefe
de Estado desea poner punto final a la conversación. Una mirada al reloj, por
ejemplo, por parte del Presidente, pareciera llevar un mensaje. Una leve
acentuación de las palabras de este o alguna otra señal como adelantarse un
poco de su asiento, igualmente pudiera sugerir que la conversación estaría por concluir. El
Embajador debe tener presente esos pequeños detalles y manifestaciones
gestuales porque sería inelegante, en el supuesto de que no se hubiese dado
cuenta, que no quede otra alternativa,
al Jefe de Estado que poner punto final a la entrevista, diciendo por ejemplo:
Embajador, que le vaya bien y será hasta otra oportunidad. Al finalizar la
conversación, ambos se despiden y el Director del Ceremonial acompaña al
Embajador y al Encargado de Negocios hasta la puerta por donde habían entrado.
Al salir, la Guardia de Honor que aún permanece en el sitio rinde honores al
nuevo Jefe de Misión quien antes debe escuchar el Himno
Nacional del país Receptor. La comitiva parte de la misma forma como llego y regresa
a la Residencia o a la Embajada dando así comienzo a sus nuevas funciones diplomáticas. Queda de
esta manera registrada el día y la hora de la Precedencia del Embajador.
Ceremonial
Diplomático para Embajadores extranjeros. Inicio y terminación de la Misión Diplomática en Venezuela.
El Ministerio de
Relaciones Exteriores, por medio de la Dirección General del Protocolo,
establece una serie de pautas de obligatorio cumplimiento en esta materia.
Ellas son las siguientes:
Inicio
de la Misión Diplomática.
1.La Representación
Diplomática informará con suficiente antelación al Ministro de Relaciones
Exteriores, por nota verbal, la fecha, numero de vuelo y hora de llegada a
Venezuela del nuevo Jefe de Misión y sus acompañantes, para que se le puedan
dispensar las atenciones de estilo y se le otorguen las facilidades inherentes
a su rango.
2.El nuevo Jefe de Misión
Serra recibido en el Aeropuerto de Maiquetía o
en el Puerto de La Guaira, por un alto funcionario de la Dirección del
Protocolo del M.R.E., quien le dará la bienvenida en nombre del Gobierno Nacional,
y le ayudará con los trámites de ingreso. Los Jefes de Misión no residentes en
Venezuela serán acompañados por el funcionario del Protocolo hasta el sitio
donde se hospedarán. Los Jefes de Misión que ingresen a Venezuela por otra vía,
distinta de las mencionadas, serán saludados en su Residencia por un
funcionario del Protocolo.
3.La Representación
Diplomática solicitará en Nota Verbal, a la Dirección del Protocolo, las
audiencias de rigor con el Director del
Protocolo y el señor Ministro de Relaciones Exteriores.
4.La Dirección del
Protocolo informara por Nota Verbal o telefónicamente, la fecha y hora de la
audiencia. Un funcionario del Protocolo recibirá al nuevo Jefe de Misión y lo
conducirá a la presencia del Director del Protocolo quien lo acompañará al
Despacho del Canciller. Durante esta visita, el nuevo Jefe de Misión entregará
al Señor Ministro las Copias de Estilo (de sus Credenciales y de Retiro de su antecesor), si este
no la hubiese hecho llegar. Cuando se trata de un Encargado de Negocios Ad Hoc,
este solo entregará sus Cartas de Gabinete que le acreditan como Jefe de Misión
ante el Señor Ministro de Relaciones Exteriores.
5.La Dirección del
Protocolo se encargará de solicitar del Ministerio de la Secretaria de la
Presidencia, la fijación del día y la hora de la audiencia solemne para presentación
de las Cartas Credenciales del Nuevo Embajador o del Nuncio Apostólico. Así mismo, la
Dirección del Protocolo llevará a cabo, con la Dirección del Ceremonial y
Acervo Histórico de la Nación, del Ministerio de Relaciones Interiores, los
arreglos necesarios para el Ceremonial de la Ofrenda que el Nuevo Embajador o
el Nuncio, depositará en el Panteón Nacional después de la ceremonia de
presentación de Credenciales. (Las gestiones para la adquisición de la ofrenda
floral, deberán ser hechas directamente por la Misión Diplomática interesada).
6.La Dirección del
Protocolo participara por Nota Verbal o telefónicamente a la Misión
Diplomática, los particulares mencionados en el “numeral 5”. El traje de estilo
para esas ceremonias, es Traje oscuro o
Traje Nacional del país.
7.En la fecha fijada para
la ceremonia, funcionarios de la Dirección del Protocolo se trasladarán a la
Residencia Oficial del Jefe de la Misión, con el objeto de conducirlo
con su séquito al
Palacio de Miraflores.
8.En la Residencia, el
funcionario de mayor rango en la Dirección del Protocolo hará una explicación
del Ceremonial para la presentación de Cartas Credenciales, y a la hora
conveniente, invitará al Embajador designado o Nuncio a pasar a los automóviles
para desplazarse hacia el Palacio de Miraflores
9.El Jefe de la Misión
(Embajador designado) ocupará el primer automóvil e irá acompañado por el
funcionario del Protocolo de mayor rango o antigüedad, quien se sentará a su
izquierda y Serra precedido por dos escoltas motorizados. En los demás
vehículos, viajaran los funcionarios del Protocolo, en estricto orden de
Precedencia, de tal forma que el funcionario de la Misión, quien actúa en
calidad de Encargado de Negocios A Ínterin, viajará en el automóvil distinguido
con el numero dos (2), acompañado por el funcionario que siga en rango o
antigüedad, y así sucesivamente.
10.Cuando
el automóvil que
traslada al Jefe de Misión llegue al Palacio de Miraflores, la banda de guerra
ejecutara el
Toque de Embajadores
hasta que el vehículo se detenga frente a la puerta sur del Palacio.
11.En esta puerta, el
Director del Protocolo y el Jefe de la Casa Militar recibirán al Jefe de Misión
y sus acompañantes. Efectuadas las presentaciones y los saludos de rigor, el Director del
Protocolo se situará a la derecha y el Jefe de la Casa Militar a la izquierda
del Jefe de Misión, mirando hacia la Unidad de Parada El resto de la comitiva
se colocará detrás de los tres. El Comandante de tropa ordenara presentar armas y la banda marcial tocara el Himno
Nacional del país del Jefe de Misión. Este ingresará después al Palacio seguido del resto de la
comitiva, y Serra conducido al Salón de Embajadores donde aguardará el momento de la audiencia. El Director
del Protocolo, con la venia del Jefe de la Misión, abandonara el Salón de
Embajadores para anunciar al Primer Magistrado la presencia del Representante
Diplomático y su séquito. (En el caso de que otro Jefe de Misión le haya
precedido inmediatamente en la presentación de Credenciales, Serra conducido
directamente de la Puerta del Palacio al Salón “Sol del Perú”.
12.El
Presidente de la República,
acompañado por el Ministro de Relaciones Exteriores, escoltado por los Edecanes
de Guardia de la Casa Militar y los
Edecanes de Guardia, se trasladará desde su Despacho al Salón “Sol del Perú”. Durante este
recorrido se tocara un redoble de tambor. Cuando el Jefe de Estado llegue a las puertas del Salón,
el Comandante
de tropa mandará presentar armas y la Banda Marcial, situada en el patio
interior del Palacio interpretará el Himno Nacional de Venezuela.
13.El Primer Magistrado
ocupará en el Salón “Sol del Perú”, el Sillón Presidencial, debajo
del retrato de El Libertador. A la derecha del
Presidente se dispondrá un asiento para
el Jefe de Misión y a su izquierda se sentará el Ministro de Relaciones
Exteriores, o en su ausencia, el Encargado de ese Despacho. El Jefe de la Casa
Militar solicitará la venia para regresar al Salón de los Embajadores y
conducir al nuevo Jefe de Misión y su séquito, a la audiencia.
14.El Jefe de Misión Serra
conducido al Salón “Sol del Perú”, por el Director del Protocolo, quien irá a
su derecha y por el Jefe de la Casa Militar a su izquierda. Detrás irán los
miembros de la Misión Diplomática y funcionarios del Protocolo.
15.Ya en
el Salón Sol del Perú, el Director del Protocolo anunciará al Embajador designado
quien se adelantara para entregar al Señor Presidente de la República las Cartas
Credenciales y cambiar los saludos de estilo. El Jefe de Estado recibirá las Credenciales y las pasará
al Canciller. El Jefe de Misión tomará asiento a la derecha del Presidente y
los integrantes de la Misión Diplomática ocuparán los puestos que le serán
señalados a la derecha del Mandatario. El Director del Protocolo, el Jefe de la
Casa Militar, los funcionarios del Protocolo y los Edecanes se colocarán a la
izquierda
16.El
Presidente y el Embajador conversan durante unos minutos. Terminada la
audiencia, el Jefe de Misión presentará al Presidente los funcionarios
diplomáticos de la Embajada, quienes, cumplido este acto regresarán a sus
sitios. El Jefe
de Misión se despedirá
del Presidente y del Ministro de Relaciones Exteriores. Los demás miembros de
la Misión se retirarán haciendo una venia. El Embajador, al momento en que va a
salir, voltea hacia el Presidente y le hace una reverencia. El Director del
Protocolo y el Jefe de la Casa Militar acompañarán al Jefe de Misión en la
misma forma que lo hizo a la llegada. Al
llegar a la puerta sur del Palacio se detendrán para escuchar el
Himno Nacional de Venezuela, y cuando abandonen el Palacio, la Guardia de Honor
permanecerá armas al hombro. El Director
del Protocolo regresará al Salón “Sol del Perú”
para informar al Presidente la terminación del acto. El Presidente en
compañía del Canciller y del Director del Protocolo, escoltado por el Jefe de
la Casa Militar y los Edecanes, se trasladará de regreso a su Despacho. Durante
el recorrido se interpretará la Marcha Presidencial.
Ofrenda
Floral ante el Sarcófago del Libertador. Ceremonial de Estilo.
1.La Misión Diplomática,
acompañada en la misma forma que se establece en el “ordinal 9”, se desplazará
hacia el Panteón Nacional, donde el Jefe de Misión colocará una ofrenda floral
ante el Sarcófago de El Libertador.
2.A las puertas del
Panteón Nacional, el Conservador del mismo recibirá al Jefe de Misión y sus
acompañantes. Efectuadas las presentaciones y los saludos de rigor, el
Conservador se situará a la izquierda del Jefe de Misión, el funcionario del
Protocolo de mayor rango a la derecha, y avanzarán hacia el Sarcófago seguidos
por el resto de la Comitiva en orden de Precedencia.
3.Por invitación del
Conservador El Jefe de Misión y los funcionarios de la Embajada subirán al
atrio del Panteón. Frente al Sarcófago de
El Libertador, el Jefe de Misión hará una breve inclinación de cabeza y
el Conservador le indicará colocar la corona que previamente ha sido dispuesta
por la Misión Diplomática.
4.El Jefe de Misión y el
segundo Miembro de la Embajada, trasladarán la corona floral hasta el pie del
Sarcófago.
5.Una vez colocada la
ofrenda, el oferente, su acompañante y el Conservador, retrocederán un paso
atrás, inclinarán brevemente la cabeza, darán media vuelta y volverán a su
sitio original y de inmediato se dará lectura del Acta.
6.Leída el Acta el
Conservador invita al oferente, al segundo de su Misión y a los dos
funcionarios del Protocolo a firmar el Libro de Honor.
7.Al concluir el acto de
la firma, se inicia el retiro, bajando primero del atrio el Jefe de Misión con
el Conservador del Panteón a su derecha y el funcionario del Protocolo a su
izquierda, seguidos por su séquito y demás funcionarios del Protocolo.
8.En la puerta principal
serán despedidos por el Conservador del Panteón. El regreso a la Residencia
Oficial del Embajador o del Nuncio, será en la misma forma que se establece en
el “Ordinal 9.”
Una vez finalizados los
actos correspondientes a la presentación de las Cartas Credenciales, es
costumbre que el Embajador invite al Director del Protocolo a compartir con los
funcionarios de su Embajada un brindis.
Terminación
de la Misión.
1.El Jefe de Misión
solicitará por Nota Verbal, una audiencia con el Señor Ministro de Relaciones
Exteriores para despedirse.
2.El Director del
Protocolo lo recibirá 15 minutos antes de la audiencia concedida por el
Canciller. La Dirección del Protocolo le informará al Jefe de Misión sobre el
día y la hora fijada por el Señor Presidente para la audiencia de despedida.
3.La Embajada informará
por Nota Verbal, la fecha, hora y número de vuelo de salida del país del Señor
Embajador, a fin de utilizar las disponibilidades del Salón Especial del
Aeropuerto, donde será despedido con honores, por un alto funcionario del
Protocolo.
CAPÍTULO VIII
Una vez cumplidos los requisitos protocolares inherentes a
la presentación de sus Cartas Credenciales, el Embajador debe inmediatamente
comunicarlo a su Gobierno y proceder a tomar contacto con la realidad del país
donde está acreditado. Lo primero es conocer a su equipo de colaboradores a los
fines de distribuir el trabajo por áreas, en función de las jerarquías de su
personal y de las capacidades y conocimientos del mismo. Fijadas las
responsabilidades solicitará audiencia con el Decano del Cuerpo Diplomático y con algunos Ministros así como con
destacados representantes de los otros poderes públicos y simultáneamente
comenzará la llamada “tournée diplomatíque”, que no es otra cosa que las visitas, previa consulta por
secretaria, con los Embajadores, allí
acreditados, los cuales, según el país, pueden oscilar estar entre 50 y100. En
materia de visitas, ésta práctica funciona de diferentes maneras. En muchos
países se acostumbra visitar a todos los Embajadores que tienen mayor
Precedencia, es decir, a los que
presentaron sus Cartas Credenciales antes que él y no se visita a los Encargados
de Negocios. Las visitas realizadas comportan la devolución de las mismas, lo
que supone que en los dos primeros meses de funciones, la agenda del Jefe de
Misión estará bastante comprometida. Es de notar que aunque no se visitan a los
Encargados de Negocios, como ya se mencionó, si se aceptan las visitas de
estos, sean Ad Hoc o Ad Ínterin, reciprocándoles la cortesía mediante una
tarjeta firmada remitida por correo.
En otros países se acostumbra a visitar los Embajadores por
áreas, por ejemplo a los del GRULAC: Grupo de países latinoamericanos y del
Caribe, según el origen del Embajador.
Otros visitan primero a los Grupos
Europeos, Afroasiáticos e incluyen además unos cuantos Embajadores que por su
importancia es deseable conocer. La razón de ser de estas visitas no es
solamente la de cumplir compromisos protocolares, por el contrario, las mismas
son de extraordinaria importancia porque en el intercambio de opiniones durante
estas visitas de entre 30 y 45 minutos de duración, sin que esto signifique un
lapso fijo, se adquiere amplia información sobre el país donde se está
acreditado, vista desde la óptica de personas que tienen conocimiento previo de
la situación que allí se vive. Estas conversaciones suelen ser francas y provechosas y
sirven de punto de partida al nuevo Jefe de Misión sobre muchos hechos y
realidades que sin duda le serán muy útiles en sus labores.
Despedida
y recibimiento de Embajadores durante la Tournée Diplomática
Durante estas visitas, en el recibimiento y despedida de
los Embajadores, se habrá tomado la debida previsión en el sentido de hacerle
grato al visitante la cortesía que debe existir en estos casos. Es deseable que
el Jefe de Misión instruya a uno de sus funcionarios diplomáticos, de menor
nivel, preferiblemente un Tercer Secretario o Segundo, de esperar cerca de las
puertas de la Embajada, pocos minutos antes de la llegada, del visitante para
conducirlo hasta las oficinas del Embajador. Este es un gesto muy apreciado y
al mismo tiempo criticado cuando no se ha actuado de esta manera.
La practica resulta más que evidente al comunicar al lector
que en algunas oportunidades, muy pocas afortunadamente, pareciera que el Jefe
de Misión al que va a dispensársele una visita previamente acordada, no supo,
no entendió o no estaba familiarizado con estos procederes, cuando no tomo
estas previsiones y no tenia personal
diplomático o inclusive local si fuese el caso esperando al visitante. Este
hecho, aparentemente simple y sin consecuencias, ha llegado incluso a
desagradar de tal manera a muchos
Embajadores, que no ocultaron su
molestia por la descortesía de que
fueron objeto. En términos de visitas entre Jefes de Misión, se considera que
la reciprocidad, regla de oro de toda diplomacia, obliga a devolver la visita y
sin embargo, son muchos los ejemplos en los que la devolución no ha sido hecha lo que es visto con recelo e incomodidad por los
Embajadores afectados quienes al término de su Misión, acostumbran dejar una
carta cerrada a su sucesor, sugiriéndole,
entre muchos otros asuntos, que no visite a quien no le devolvió la
visité
Libros
de Condolencias
Como es natural, suele ocurrir el fallecimiento de alguna
persona de mucha importancia en cualquier país, o bien el de un diplomático. En
casos como este, los respectivos gobiernos ordenan a sus Embajadas abrir un
Libro de Condolencias para recibir el pesar de quienes deseen hacerlo.
Donde
conseguirlo
Seguramente el
lector se habrá preguntado en donde puede conseguirse un libro como tal y la
respuesta no es nada fácil pero tampoco imposible de lograr. Lo que se
acostumbra es, si no fuese posible conseguir,
utilizar un cuaderno grande y elegante, al que se añade una cinta negra
que de inmediato lo transforma en el famoso Libro de Condolencias.
Que
debe hacer la Embajada que recibe las Condolencias
La Embajada o Institución que va a recibir las
manifestaciones de duelo, debe hacer los preparativos correspondientes
colocando el Libro en un atril o sobre una mesa elegante. En el supuesto de que
sea un Presidente, Ex Presidente,
Ministro, Embajador o alguna personalidad
que haya fallecido, puede ubicarse una foto suya a la cual se adhiere una cinta negra cerca del Libro a ser firmado. La Embajada enviará una Nota Circular a todas las
Misiones acreditadas en el país y
publicará en los diarios de mayor circulación, la nota respectiva
haciendo saber quien ha fallecido y en qué fecha. Igualmente, informará que en
tal sentido un Libro de Condolencias estará
a disposición de quienes deseen firmarlo, en la Embajada o en la
Residencia, según se prefiera, durante dos, tres o cuatro días, en el horario
que se haya acordado.
Como
actuarán quienes van a expresar las Condolencias.
Al recibir la comunicación que le ha sido enviada por medio
de Nota Verbal, o Fax,
el Embajador o el Encargado de Negocios según el caso, acudirán al sitio
señalado donde seguramente se encontrarán con sus homólogos dispuestos igualmente a expresar sus sentimientos. Una vez llegado
su turno, se le puede dar verbalmente el pésame al anfitrión, si se
encuentra en ese momento de guardia, y
pasar a firmar el Libro. Previamente
se escribe un mensaje de solidaridad que deja constancia de la
irreparable pérdida que aflige a la Embajada y al país convocante. Al acto debe
asistirse con solemnidad y vestimenta adecuada y actuar conforme a la significación que posee
un acto de esta naturaleza.
El Jefe
de la Misión en Actos Oficiales
Cuando el Gobierno desea convocar al Cuerpo Diplomático, se
lo hace saber por medio de una Nota Circular en la cual expresa el objeto de la Convocatoria.
Normalmente se trata de invitación a un
acto público en el cual se cumplirá con el Ceremonial previsto para
intervenciones del Jefe del Estado, del
Primer Ministro, del Canciller o de
alguna otra personalidad relevante que justifique la convocatoria. En casos
como estos, la asistencia es obligatoria y se suele disponer de filas de asientos especialmente
para ser ocupados por los Jefes de Misión por orden de llagada.
En otros casos, será necesaria la observancia de la
Precedencia correspondiente a los Embajadores, a objeto de no herir
susceptibilidades innecesariamente. No se puede estar invitando al Cuerpo
Diplomático para actos que no tengan
importancia. Se reciben
invitaciones para actos menos formales, por ejemplo, actos culturales,
universitarios, deportivos etc. En casos como estos, la asistencia de los Jefes
de Misión, puede ser delegada en otro funcionario de su Embajada en el supuesto
de que su agenda le impida asistir.
Normalmente, debe hacerse acto de presencia a todos los compromisos oficiales.
En el caso de una reunión política, se deben tomar
notas y de estar permitido formular las
preguntas que se estimen necesarias. El Jefe de la Misión informará a su Gobierno de los aspectos más relevantes ocurridos durante la reunión.
Existen, desde luego otro tipo de invitaciones, de carácter social las cuales se mencionarán en otro capítulo.
El
trabajo del Embajador.
Actividades
Son muy conocidas las actividades, también llamadas
funciones del agente diplomático. Las leyes del Servicio Exterior de los
distintos países, al igual que las disposiciones contenidas en la Convención de
Viena sobre Relaciones Diplomáticas, del año 1961, suscrita por la casi
totalidad de los países, señalan cuales son las principales actividades y
funciones que el diplomático debe
cumplir; las cuales pudieran resumirse en los siguientes verbos: Representar,
Observar, Proteger, Negociar e Informar. Lo anterior quiere decir que el funcionario diplomático,
válido también para el consular debe, al llegar a su destino, comenzar a
observar su entorno así como la vida costumbres y tradiciones del país donde ha
sido acreditado con la idea de formarse una sólida impresión acerca de la
naturaleza del cargo que va a desempeñar y de lo que allí acontece.
El funcionario debe
al mismo tiempo, por todos los medios posibles a su alcance, proteger a sus
connacionales e igualmente los bienes del Estado que lo envía. Representar a su
país en todos los actos y solemnidades que exijan la presencia del Cuerpo
Diplomático con decoro, con dignidad sin olvidar que las elevadas funciones que
ostenta lo comprometen no solamente a él sino también a su país. Poner especial atención a todo
aquello que sea susceptible de ser
informado a su gobierno. Los informes elaborados por los diplomáticos
deben poseer, además de la sustancia inherente a un buen trabajo de investigación, un estilo propio de
los usos y costumbres de una Cancillería.
El
Negociador
El funcionario
diplomático debe ser, por definición, un negociador. Las habilidades en este
sentido no son fáciles de adquirir y el diplomático debe apelar a su intuición
para sacar provecho de cualquier negociación. Debe ser muy cauto en sus
apreciaciones y no ceder en sus convicciones, mucho menos si no está autorizado
para ello. El diplomático mientras negocia debe tener presente tres elementos
importantes de cualquier negociación: Información, Poder y Tiempo. Lo anterior sin
olvidar que no debería nunca mantener un carácter obcecado y mucho menos ser intransigente al
momento de negociar., Ya que esta figura
la
intransigencia, es capaz de matar cualquier negociación por muy elaborada que
se encuentre.
Formación
académica
El funcionario que ostente el rango de Embajador, debe
estar consciente de que ocupa una posición de gran importancia en la cual tiene
que representar no solo a su país, sino también al Presidente. Ocupar esta
posición no es lo mismo que ejercerla adecuadamente. Para esto último, es
indispensable una formación académica y profesional acorde con la naturaleza de
las funciones diplomáticas, a desempeñar. Esta afirmación se hace en vista de que muchos países han venido
adquiriendo la costumbre de considerar
los cargos diplomáticos como vías de escape para personas que por diferentes
razones el Jefe del Estado prefiere mantener alejadas en un momento dado.
Embajadores
políticos
En oportunidades se trata de amigos del Gobierno de turno que desean
incursionar en esta profesión sin tener suficientes credenciales para ello. Es
éste un fenómeno universal aunque más marcado en algunos países que otros. Venezuela no es precisamente una excepción a esta
regla, y lamentablemente han venido proliferando en los últimos años
nombramientos políticos de Embajadores y otros funcionarios diplomáticos que
dejan muy mal parado al país. Desde luego que hay algunos casos en que el
nombramiento, por razones políticas pudiera estar justificado, pero no es menos
cierto que si fuese indispensable, el
Jefe del Estado debería, cuando menos, escoger, entre sus colaboradores,
personas con formación que tenga alguna afinidad con el
cargo que va a desempeñar. La conclusión sería que no todos los nombramientos
políticos para cargos de Embajadores deben ser criticados ya que
evidentemente hay honrosas excepciones
de quienes sin ser expertos en relaciones internacionales lo han hecho tan bien
como el más preparado de los internacionalistas y por otra parte, hay también
lo contrario, es decir, profesionales de esta disciplina que no llegaron a
cumplir su trabajo a cabalidad. Hechas estas observaciones generales, y a
objeto de tratar de encontrarles alguna
justificación al porque se han hecho, es fácil comprobar porque no se puede improvisar en los trabajos que normalmente realizan las Embajadas.
Porque
no se debe improvisar con el nombramiento de Embajadores políticos sin
experiencia vocación ni afinidad con la Carrera
Diplomática
Uno de los muchos
ejemplos, sería el de un Embajador, político, recién llegado a su Misión, sin
experiencia, conocimientos ni formación en las relaciones internacionales ni
diplomáticas que desee comenzar a trabajar como tal. En este sentido, cabe
observar que las labores a desarrollar
son bastante específicas y no hay nada que inventar, por lo que no se puede improvisar. Elaborar
un informe político o económico sobre lo
que acontece en el país donde se encuentra acreditado no es fácil si no existe
un mínimo de conocimientos sobre cómo hacerlo.
Se recordara que la información,
es una de las funciones más importantes que debe atender un diplomático y si fuese este el caso, como, donde, cuando y
en qué oportunidad debe este funcionario ubicar el conjunto de datos y noticias
que le permitan elaborar la información que le ha solicitado su cancillería o
que él, motu propio, desee elaborar? Obviamente, que las carencias saltan a la
vista si no posee una formación previa en cuanto a la planificación y
desarrollo del trabajo a realizar y del tema que se desee informar. Es aquí
precisamente donde requiere ayuda, razón
por la que tendrá que acudir a funcionarios subalternos, seguramente
profesionales de la diplomacia, para que lo asesoren en la forma y manera de
elaborar el trabajo que se propone remitir a su Gobierno.
En casos como este, resulta bastante probable que la
dependencia del Embajador, con respecto a sus subordinados, que si conocen
estos temas y la forma de abordarlos, pudiera constituir una especie de
minusvalía al comprobar que lo que él no pudo elaborar adecuadamente, lo
hicieron los subalternos de su Embajada. Situaciones como esta son bastante
comunes y la experiencia lo confirma. Pero en el supuesto de que el Embajador
desee aventurarse y no consultar, corre el riesgo de no saber interpretar a la
luz de la orientación que pudiera darle un funcionario diplomático
experimentado, los elementos esenciales y convincentes que necesariamente
deberían quedar reflejados en la materia objeto de análisis. No se trata solo de entender o no situaciones
que a menudo se presentan para captar
mejor el mensaje implícito en las
relaciones internacionales. Hace falta también consustanciarse con la
redacción así como con la observación de los tratos protocolares que ella debe
incluir. Pero el tema de la redacción no es el único en el que el Jefe de
Misión improvisado puede tener limitaciones. Existen innumerables temas, que de
presentarse, pudieran comprometer la capacidad
de análisis de cualquier funcionario que no domine en un momento dado una
situación específica o que no tenga respuestas ante preguntas y hechos que se
presentan. Imagínese el lector por ejemplo, cual sería la actuación de estos
funcionarios si en un momento dado son requeridos, para atender una solicitud de asilo que se le
formule. O simplemente, si se está
frente a una compleja negociación; como
actuar sin comprometerse si en un
momento dado no tiene instrucciones gubernamentales? Se arriesgara a negociar?
Conocerá sus limitaciones? Dará asilo al solicitante ejecutivamente?. Que
responderá ante alguna pregunta suspicaz que oralmente le formule el Gobierno
ante el cual se encuentra acreditado?. En fin, son muchas las interrogantes que
con toda seguridad tendrá que responder
el Embajador político, y que de no hacerlo adecuadamente pudieran generar
múltiples inconvenientes al país que lo ha acreditado. Pero lo anterior no se
circunscribe solo al ámbito diplomático; en la esfera consular han ocurrido
infinidad de tropiezos causados por la improvisación.
Aun se recuerdan, entre muchos otros, los problemas
causados por un aprendiz a Cónsul General, que sin experiencia ni conocimiento
alguno, procedió a celebrar un matrimonio en el Consulado, entre compatriotas
que se lo habían solicitado. El flamante funcionario casó a la pareja sin tomar en cuenta
disposiciones expresas del Código Civil venezolano, que señalan quienes son las
autoridades competentes para celebrar el matrimonio: Art 82. El
matrimonio se celebrara ante uno cualquiera de los siguientes funcionarios:
Primera Autoridad Civil de la Parroquia o Municipio, el Presidente de la Junta
Comunal, Juez de la Parroquia o Municipio, Jefe Civil del Distrito o Presidente del Concejo Municipal. Al no hacer
referencia a los Cónsules, obviamente estos no pueden casar. Quiere esto decir,
que la pareja casada por el funcionario consular venezolano no quedó legalmente
casada por lo que en realidad, comenzó a
vivir en concubinato. Casos como este, y
otros parecidos, han ocurrido, pero aunque afortunadamente no son frecuentes, lo cierto es que ha tenido que intervenir el
Ministerio de Relaciones Exteriores para tratar de solventar los problemas e
inconvenientes causados por quienes al
amparo de la improvisación, han
incursionado en terrenos que no conocían.
El
Diplomático profesional.
En el supuesto de
que el Embajador fuese un diplomático profesional, no debería tener problema
alguno en interpretar lo que ocurre, en
el país donde cumple funciones, lo cual,
con su experiencia y conocimientos transforma de inmediato en
informes. Para la elaboración de estos trabajos, el diplomático profesional
conoce donde están las fuentes informativas, como utilizarlas y analizarlas,
dejando por sentado que no debería parcializarse en cuanto al enfoque del tema. Paralelamente,
sabe que la depuración del material recaudado es importante, e igualmente que cotejar la misma con sus colegas, si fuese necesario, no deja de ser razonable.
Sabe que previo al análisis deberá hacer
un bosquejo general, del tema que aborda y luego desarrollarlo con objetividad, imparcialmente
y sin dejar de aludir al epígrafe del informe. Posteriormente, es recomendable,
elaborar las conclusiones inherentes al informe, que deben mantener cierta cronología para su mejor comprensión. En la elaboración
del informe, y específicamente en las conclusiones, no debe perder de vista el
conocimiento de las reglas gramaticales y, de ser posible, el uso de las inflexiones verbales que puedan
permitir en un momento dado, al que
elabora el trabajo, no comprometerse más allá de lo permisible, al momento de
hacer señalamientos que pudieran dejar ver afirmaciones en lugar de
suposiciones, o de diagnósticos en lugar de pronósticos.
En vista de la importancia atribuida al trabajo realizado
por los funcionarios del Servicio Exterior
se ha insistido mucho, desde la cátedra universitaria, en la necesidad
de obtener niveles sino óptimos, por lo menos aceptables de redacción, acorde
con la tradición de la Cancillería. En alguna oportunidad, se le escucho decir
a uno de los más prominentes diplomáticos venezolanos, el Embajador Marcial
Pérez Chiriboga, tempranamente
fallecido, el orgullo de poder afirmar
en Venezuela que las Leyes y Reglamentos
de la República así como las
comunicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, estaban
excelentemente bien redactadas y con la precisión suficiente para que casi no
hubiesen lagunas de interpretación.
Evidentemente que entre la afirmación anterior, escuchada
hace unos 20 años y lo que ocurre actualmente, existen diferencias
sustanciales. En todo caso, se debe abogar siempre por una mejor redacción, y
en ese sentido, no se escatimó esfuerzo alguno en elaborar unas sugerencias y
recomendaciones que quedaron plasmadas en un Taller sobre Preparación y
Redacción de Notas e Informes, que incluyó aspectos documentales relevantes, en esta materia, el cual desarrollaron como Seminario el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos
Pedro Gual, de la Cancillería y
las universidades nacionales. El
contenido del citado Taller fue el
siguiente:
PROTOCOLO CEREMONIAL DE ESTADO
SEGUNDA PARTE
LA PRECEDENCIA
Según la Enciclopedia Sopena, la palabra Precedencia viene del latín praecedentia que significa prioridad o anterioridad, antelación en el orden, tiempo o lugar,
preeminencia o preferencia. Primacía, superioridad.. Preceder del latín praecedere, ir delante, anteceder,
tener preferencia.
La Enciclopedia Espasa abunda en detalles y considera
igualmente que la Precedencia es prioridad, antelación en el orden, preferencia
en el lugar y el asiento. Primacía, superioridad. Señala además que es el lugar
que a una persona o autoridad corresponde con relación a otra que viene detrás.
En una acepción más general “es el lugar que corresponde ocupar a una persona o
autoridad en todo acto o solemnidad al que concurre con otras. “Esta materia es
sumamente importante en la vida, así como la inobservancia del Ceremonial, el
Protocolo y la Etiqueta, ha sido motivo en ocasiones de gravísimos conflictos.
Ejemplo de estas cuestiones fue la sostenida en las Cortes de Alcalá en 1348,
entre los procuradores de Burgos y Toledo, sobre quien debía hablar primero,
cuestión que soluciono Alfonso XI diciendo: “Hable Burgos primero que yo
hablaré por Toledo”. La misma Enciclopedia considera que no siempre debe verse
en estos asuntos un punto de orgullo, pues “frecuentemente son expresión de las
prerrogativas y de la dignidad del cargo
de que está investido, y que no es
posible dejar de observar ya que están esas consideraciones, por encima de la
persona y de los intereses particulares”. De aquí la necesidad de reglas que
regulen lo mas completamente posible el lugar que cada cual debe de ocupar a
fin de evitar rozamientos y disgustos. Lo cierto es que como dice la
Enciclopedia, la Precedencia, debido a la importancia que siempre se le ha
conferido, fue causa en la Antigüedad y en la Edad Media, de infinidad de
conflictos que no resulto fácil solucionar. El Papa, los Emperadores, Reyes
y Príncipes, consideraban que no podían
ceder a sus privilegios y desde luego, no autorizaban a sus representantes a
aceptar una posición inferior a la que ellos consideraban les correspondía. El
problema de la Precedencia, continuaba sin solución.
Según los
historiadores, en el año 1504, apareció una Bula Papal atribuida al Papa Julio
II, quien aparentemente, en un esfuerzo del Vaticano, habría intentado
solucionar el problema. Para aquella época, se dio a conocer un Reglamento de
Precedencia que ubicaba en la prestigiosa Lista las primeras 28 posiciones. Se
dice que fue aplicado por primera vez en
1504, en ocasión de una recepción ofrecida por el Rey de Inglaterra, e igualmente
que allí se disponía como sigue la
ubicación de los lugares y puestos referidos los cuales eran, en el mismo orden, y después del Papa,
a quien por respeto nadie discutía su preeminencia, los siguientes:
Reglamento de Precedencia atribuido al
Papa Julio II en el año 1504.
1) El Papa,
Representante del Vaticano 2)
Emperador de Alemania
3) Rey de los
Romanos
4) Rey de España
5) Rey de Francia
6) Rey de Aragón
7) Rey de Portugal
8) Rey de Portugal
9) Rey de
Inglaterra 10)
Rey de Sicilia
11) Rey de Escocia
12) Rey de Hungría
13 Rey de Navarra
14)Rey de Chipre
15) Rey de Bohemia 16)
Rey de Polonia
17) Rey de
Dinamarca
18) Liga Suiza
19) Duque de
Bretaña
20) Duque de Begoña etc etc
Hasta fines del Siglo XIX, la clasificación anterior fue
aceptada como válida y como un intento del Vaticano por resolver los problemas
derivados de la Precedencia, no obstante, el investigador Ernest Nys comprobó que no era
verdad lo que se afirmaba y que no se había tratado de otra cosa que de una
relación hallada en las primeras páginas del diario “Paris de Grassis”, de Bolonia, la cual se refería solamente al Ceremonial
que se había observado en Roma, en ocasión del recibimiento de la Embajada del
Rey de Inglaterra. Hoy día, esa clasificación, según Ferreira de Melo, “se cita únicamente a título de curiosidad
como posible expresión del ceremonial pontificio de aquella época, pero que de
ninguna manera llego a constituir precedente.” También se hace necesario
señalar que el Emperador de Alemania, ocupaba la primera posición después del
Papa, la cual mantuvo hasta la abolición del Sacro Imperio Germánico en 1806.
Igualmente, resulta importante destacar que la afirmación atribuida al Rey de
Suecia, según la cual: “de ahora en adelante todas las testas coronadas son
iguales”, contribuyo a buscar soluciones al problema planteado.
El
Marqués de Pombal y la
Precedencia
Para el año 1760,
aparece en escena el Marqués de Pombal, un estadista portugués de amplio prestigio, reconocido como uno de los verdaderos
pioneros en materia de Precedencia. Pombal fue muy lejos en cuanto
a cómo y en qué forma debía ser aplicada la Precedencia, y, en ese sentido en ocasión del matrimonio de la Princesa de Brasil, heredera al Trono
Portugués, anunció a los invitados, Embajadores extranjeros acreditados, por
medio de una Nota Circular, que a partir de ese momento LA
PRECEDENCIA DE TODOS
LOS EMBAJADORES EN LISBOA SERIA REGULADA
POR LA FECHA DE PRESENTACIÓN DE SUS CARTAS CREDENCIALES. Aquella advertencia formulada por el Marqués de Pombal, no podía pasar
desapercibida y de inmediato encontró respuesta en el Embajador de Francia, el
Conde de Merle quien aparentemente se
rehusaba a cumplir con la reglamentación impuesta unilateralmente por Pombal. Lo cierto es que
después de muchas observaciones a favor y en contra de la decisión tomada, a la
mayoría de los invitados comenzó a parecerles lógico el planteamiento y
aceptaron concurrir a la recepción con
lo cual quedaba prácticamente sellada para la historia la importancia de la
fecha de presentación de las Cartas Credenciales como principio fundamental de
la Precedencia. La valentía y la firme postura asumida por el estadista
portugués habrían de granjearle reconocimiento futuro.
El
Congreso de Viena de 1815
Unos años después,
el Congreso de Viena celebrado en 1815,
le dio la razón al Marqués de Pombal, al legislar en ese sentido y afirmar, categóricamente,
que a partir de ese momento, la Precedencia de los Jefes de Misión quedaba
regulada por la fecha de presentación de las Cartas Credenciales de los
Embajadores o notificación oficial de su llegada al país. Es de advertir sobre
el particular, que ese principio es actualmente regla universal, aceptada en
todos los países. El Reglamento de Viena estableció además que las Cortes no
daban Precedencia. Si bien es cierto que el Congreso de Viena logro solucionar
el problema de la Precedencia entre los Agentes Diplomáticos, no tuvo éxito en
cuanto al propósito de lograr la igualdad jurídica de los Estados. Sin embargo,
se le considero un punto de partida para consideraciones posteriores sobre el
mismo tema. La Historia Universal ha
enseñado dolorosas enseñanzas al respecto. Antes, como ya fue mencionado, los
Estados poderosos se valían de su mayor poder militar y económico para sojuzgar
a los demás países.
Hoy día, aunque con algunas variaciones impuestas por la
Comunidad Internacional, el escenario ha cambiado pero no han desaparecido del
todo las injusticias ni los temores del débil ante los más fuertes. Una cosa es
la igualdad jurídica, producto de apariencias y otra la desigualdad política y
económica, francamente inaceptable en la sociedad actual. Aunque hechos y
movimientos políticos importantes en la Historia, como la Revolución Francesa,
la Declaración de los Derechos Humanos, la creación de la Sociedad de las
Naciones y más recientemente la
Organización de las Naciones Unidas y la
Organización de Estados Americanos han puesto su grano de arena cada una para
lograr una mayor igualdad social, la
misma no es absoluta. Así, no dejó de ser criticado que luego de finalizadas las Guerras
Mundiales, el mundo se lo repartieron prácticamente entre Estados Unidos,
Francia, Gran Bretaña y Rusia. Es cierto que el desarrollo de los
acontecimientos hizo que la composición
de las Naciones Unidas no pasara por alto las reivindicaciones de muchos
países en materia de Precedencia, pero ello
solo fue considerado un logro, en
la Asamblea General, en la que vale tanto un voto de cualquier país africano,
por muy pobre y desasistido que sea, como el
de uno de los llamados del Primer Mundo.
Pero lo que resulta un poco antipático, para no decir que
irritante, es que a nivel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
entre los Miembros Permanentes, se escogieran solamente cinco. En este momento,
ellos son: Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia, siendo de
destacar que además del privilegio de
estar en ese exclusivo “club”, mantienen lo que se conoce como el poder del
Veto. Es precisamente en ese sentido, en
donde podría preguntarse: Porque esos cinco países son los únicos que pueden
formar parte de los Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad? Es que no constituye una discriminación que otros no puedan integrar tan selecto grupo?. Al
reflexionar sobre el tema la imaginación regresa al Congreso de Viena de 1815,
que intento pero no pudo conseguir la verdadera igualdad jurídica, política y
social de las naciones del mundo. Sin embargo, no puede omitirse que en las
Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, se avanzó
bastante en cuanto a los deberes y derechos de los Estados signatarios.
Tipos
de Precedencia
Continuando el tema de
la Precedencia, se da a conocer de
seguidas un grafico que pretende ubicar
los distintos tipos y formas de
Precedencia:
a)Rango y Precedencia de los Estados
b)Precedencia en Venezuela
c)Precedencia en el Cuerpo Diplomático y Consular
d)Precedencia
Eclesiástica
e)Precedencia Militar
f)Otros tipos de Precedencia. Etiqueta y Protocolo
Social
Rango y
Precedencia de los Estados
Lo que había que afirmar
en este sentido se dio a conocer
unos párrafos antes por lo que no se considera necesario repetirlo, tan
solo se insistirá en el deseo, con seguridad mayoritariamente compartido, de
que debería haber una mejor distribución de la riqueza, elemento este que gravita negativamente en contra de los países
más necesitados.
Son tiempos de reconocer que una justa distribución de la
misma permitiría acceder a superiores
niveles de vida lo cual, sin dudas, es objetivo común de estos países. Si esto
llegare a ocurrir, incidiría favorablemente en la tan ansiada igualdad social
que todos aspiran. Por lo demás, en cuanto al rango de los Estados, es obvio
que, aceptándolo o no, ello continúa observándose, lamentablemente, en
función del poder que cada uno
representa. En materia de Precedencia, se obtuvieron no obstante resultados positivos, producto de las
conversaciones que arrancaron en el Congreso de Viena en 1815 y que fueron
recogidas posteriormente, como se indico,
por la Sociedad de las Naciones,
la Convención de la Habana de 1928 y
por la Organización de las Naciones Unidas en 1945, así como años
después por las Convenciones suscritas en esa misma ciudad en 1961 y 63,
en materia Diplomática y Consular, en cuanto a que no hay distingos ni
discriminación alguna en materia de Precedencia ni para los Estados ni para sus
funcionarios toda vez que están amparados por las disposiciones allí
contenidas.
Convención
de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961. Aspectos más relevantes en
materia de Igualdad Jurídica de los Estados y de Precedencia.
Este instrumento legal, suscrito por Venezuela en el año
1964, contiene 53 artículos de los cuales dedica a ambos conceptos (Igualdad
Jurídica y Precedencia), buena parte de su articulado. Se observa así que la introducción hace
referencia a los Estados presentes en la
Convención, y en tal sentido, continua: “Teniendo presente que desde antiguos
tiempos los pueblos de todas las naciones han reconocido el estatuto de los
funcionarios diplomáticos. Teniendo en cuenta los propósitos y principios de la
Carta de las Naciones Unidas relativos a la igualdad soberana de los Estados, al mantenimiento de la paz y de
la seguridad internacional y al fomento de las relaciones de amistad entre las
naciones. Estimando que una convención internacional sobre relaciones,
privilegios e inmunidades diplomáticas contribuirá al desarrollo de las
relaciones amistosas entre las naciones prescindiendo de sus diferencias de
régimen constitucional y social. Reconociendo que tales inmunidades y
privilegios se conceden, no en beneficio de las personas, sino con el fin de
garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en
calidad de representantes de los Estados. Afirmando que las normas del Derecho
Internacional consuetudinario han de continuar rigiendo las cuestiones que no
hayan sido expresamente reguladas en las disposiciones de la presente
Convención, han convenio lo siguiente.”
En su primer artículo define los conceptos de Jefes de
Misión, del personal diplomático y
locales de la Misión. En el Art. 2 indica que el
establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados es por consentimiento
mutuo, lo cual refleja,
obviamente, que no pueden ser aceptadas imposiciones en tal sentido. En
otras palabras, es una manera de reconocer la igualdad jurídica y política de
los Estados. En los artículos
siguientes se refiere a las funciones, deberes y derechos de los funcionarios
diplomáticos y en el Art. 9, se manifiesta una clara e inequívoca
señal de la soberanía
del Estado, el cual podrá incluso
declarar persona “non grata” a un diplomático de otro Estado, lo que obliga a
su retiro por parte del país
Acreditante. Los artículos 11 y 12, son igualmente claros y no dejan
ningún tipo de dudas en cuanto a las decisiones soberanas que pueden tomar los
Estados en materia del número de
personas y oficinas que el Estado Receptor se encuentra dispuesto a aceptar.
La Precedencia es abordada en la Convención, entre los
artículos 13 y 18, ambos inclusive. Allí se reafirman los conceptos originarios
emitidos por el Marqués de Pombal, recogidos posteriormente por el Congreso de Viena de
1815, relativos a la fecha de presentación de las Cartas Credenciales, como
inicio de la Precedencia para el Embajador. El resto del articulado se refiere
principalmente a las inmunidades y privilegios de los agentes diplomáticos, los
cuales, por su amplitud, serán vistos en
otro capítulo conjuntamente con las que corresponden a los funcionarios
consulares.
Precedencia
en Venezuela
El cambio de Gobierno ocurrido en Venezuela en Febrero de
1999 trajo consigo una serie de reformas de las cuales no podían escapar el
Ceremonial y el Protocolo. Las costumbres y usos hasta entonces en vigor
afectaron la ubicación de las distintas personalidades y la eliminación de
otras, en los distintos actos públicos. Ello obliga, para su mejor comprensión,
a considerar los dos tipos de Precedencia utilizadas en lo que se ha dado en
llamar IV y V República. A continuación, las características más
relevantes entre ambas administraciones, no sin antes advertir que el
Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela, por medio de la Dirección
General Sectorial del Ceremonial y
Acervo Histórico de la Nación, acostumbra dar a conocer periódicamente una
Lista Protocolar de Precedencia de las
Altas Autoridades Civiles, Militares y Dignidades Eclesiásticas, de acuerdo a
cuyo contenido puede observarse lo
siguiente:
IV
República
1.Presidente de la
República.
2.Presidente del Congreso
Nacional.
3.Vice Presidente del
Congreso Nacional..
4.Presidente de la Corte
Suprema de Justicia.
5.Su Eminencia el Cardenal
Arzobispo de Caracas.
6.Fiscal General.
7.Contralor General.
8.Procurador.
9.Presidente del Consejo
Supremo Electoral..
10.Presidente del Consejo
de la Judicatura.
11.Ex Presidentes de la
República por antigüedad.
12.Ex Presidente de la
Junta de Gobierno.
Consejo
de Ministros
1.Ministro de Relaciones
Interiores.
2.Ministro de Relaciones
Exteriores.
3.Ministro de Hacienda.
4.Ministro de la Defensa.
5.Ministro de Fomento.
6.Ministro de Educación.
7.Ministro de Sanidad y
Asistencia Social.
8.Ministro de Agricultura.
9.Ministro de Trabajo.
10.Ministro de Transporte y
Comunicaciones.
11.Ministro de Justicia.
12.Ministro de Energía y
Minas.
13.Ministro del Ambiente y
de los Recursos Naturales Renovables..
14.Ministro del Desarrollo
Urbano.
15.Ministro de la Familia..
16.Ministro de la
Secretaria de la Presidencia de la República.
17.Ministro de Estado para
Asuntos Fronterizos.
18.Ministro de Estado Jefe
de la Oficina Central de Información.
19.Ministro de Estado para
el Turismo.
20.Ministro de Estado para
la Descentralización.
21.Ministro de Estado para
la Educación, Ciencia y Tecnología.
22.Ministro de Estado para
la Juventud.
23. Ministro de Estado para
la Planificación. Cordiplán.
24.Ministro de Estado para
Asuntos Financieros Internacionales.
25.Gobernador del Distrito
Federal.
26.Presidente del Fondo de
Inversiones de Venezuela.
27.Presidente del Consejo
Nacional de la Cultura (Conac)...
28.Comisionado Presidencial
para la Vigilancia de la Administración Pública.
Alcaldías
del Distrito Federal
1.Alcaldía Mayor.
2.Alcaldía Del Municipio
Libertador.
3.Alcaldía del Municipio
Vargas.
Alcaldías
del Estado Miranda. Área Metropolitana
1.Alcaldía del Municipio
Sucre.
2.Alcaldía del Municipio
Baruta.
3.Alcaldía del Municipio
El Hatillo.
4.Alcaldía del Municipio
Chacao.
Alto
Mando Militar
1.Inspector General de las
Fuerzas Armadas.
2.Jefe del Estado Mayor
Conjunto.
3.Comandante General del
Ejército.
4.Comandante General de la Armada.
5.Comandante General de la
Aviación.
6.Comandante General de
las Fuerzas Armadas de Cooperación.
Directores
Ejecutivos
1.Oficina Central de
Personal..
2.Oficina Central de
Estadística e Informática.
3.Oficina Central de
Presupuesto.
4.Secretario del Consejo
Nacional de Seguridad y Defensa.
Academias
1.Director de la Academia
Nacional de la Lengua.
2.Director de la Academia
Nacional de la Historia.
3.Director de la Academia
Nacional de Medicina.
4.Director de la Academia
Nacional de Ciencias Políticas y Sociales..
5.Director de la Academia
Nacional de Matemáticas.
6.Director de la Academia
Nacional de Ciencias Económicas.
Universidades
Nacionales
1.Rector de la Universidad
Central de Venezuela.
2.Rector de la Universidad
Simón Bolívar.
3.Rector de la Universidad
Simón Rodríguez.
4.Rector de la Universidad
Andrés Bello.
5.Rector de la Universidad
Metropolitana.
6.Rector de la Universidad
Santa María.
7.Rector de la Universidad
Nacional.
8.Rector de la Universidad
José María Vargas.
Miembros
del Consejo de la Orden del Libertador.
Directores
1.Director General del
Ministerio de la Secretaria de la Presidencia de la República.
2.Director General
Sectorial del Ceremonial y Acervo Histórico de la Nación.
3.Director General
Sectorial del Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores.
4.Director del Protocolo
del Congreso Nacional.
5.Director General de
Relaciones Publicas del Ministerio de la Defensa.
6.Secretario Privado del
Presidente de la República.
7.Jefe de la Casa Militar
del Presidente.
Miembros
del Arzobispado de Caracas.
Presidente
de la Sociedad Bolivariana de Caracas.
Prefecto
del Municipio Libertador del DF.
Presidentes
de Institutos Autónomos.
1.Presidente de la
Corporación Venezolana de Guayana.
2.Presidente de la Comisión Presidencial para la Reforma del
Estado (COPRE).
3.Presidente de la
CONACUID.
4.Presidente del Banco
Central de Venezuela.
5.Director Gerente del
Instituto de crédito Agrícola.
6.Presidente del INAVI.
7.Presidente del INAM.
8.Presidente de Hidrocapital.
9.Presidente del IVSS.
10.Presidente del Instituto
Autónomo de Ferrocarriles.
11.Presidente del Consejo
Nacional de economía.
12.Presidente de la
Compañía Nacional de Diques y Astilleros.
13.Presidente del I.N.D.
14.Presidente del Instituto
Agrario.
15.Presidente del Instituto
Nacional de Canalizaciones.
16.Presidente de la
Biblioteca Nacional.
17.Presidente de CADAFE.
18.Presidente de FEDE.
19.Presidente del BIV.
20.Presidente del CSB.
21.Presidente del INCE..
22.Presidente de PDVSA.
23.Presidente de BANAP.
24.Presidente de la CTV.
25.Presidente de
FEDECAMARAS.
26.Presidente de la
Fundación Gran Mariscal de Ayacucho.
27.Presidente de CAVIM.
28.Presidente del Instituto
de Altos Estudios de la Defensa Nacional..
29.Presidente del IPASME
30.Presidente de la
Federación Campesina de Venezuela.
Gobernadores.
La Precedencia establecida para los Gobernadores, de
acuerdo a lo dispuesto por la Dirección General del Ceremonial y Acervo
Histórico de la Nación, del Ministerio de Relaciones Interiores, se hizo en atención estricta al orden
alfabético, excluyendo al Gobernador del Distrito Federal por formar parte este
del Consejo de Ministros.
1.Gobernador del Estado
Anzoátegui
2.Gobernador del Estado
Apure
3.Gobernador del Estado
Aragua
4.Gobernador del Estado
Barinas
5.Gobernador del Estado
Bolívar
6.Gobernador del Estado
Carabobo
7.Gobernador del Estado
Cojedes
8.Gobernador del Estado
Falcón
9.Gobernador del Estado
Guárico
10.Gobernador del Estado
Lara
11.Gobernador del Estado
Mérida
12.Gobernador del Estado
Miranda
13.Gobernador del Estado
Monagas
14.Gobernador del Estado
Nueva Esparta
15.Gobernador del Estado
Portuguesa
16.Gobernador del Estado
Sucre
17.Gobernador del Estado
Táchira
18.Gobernador del Estado
Trujillo
19.Gobernador del Estado
Yaracuy
20.Gobernador del Estado
Zulia
21.Gobernador del
Territorio Federal Amazonas
22.Gobernador del
Territorio Federal Delta Amacuro.
V REPÚBLICA
Se señalo al principio del capítulo que se habían producido
una serie de cambios en materia de Precedencia venezolana, en las dos últimas
administraciones. La anterior mantenía más o menos el mismo status de aquellas
a las que había sucedido, con ligeras variaciones como por ejemplo, los
ascensos, en cuanto a posición se refieren, del Fiscal, Contralor y Procurador,
a las posiciones 6, 7 y 8 respectivamente, desde los puestos 33, 34 y 35 que
antes ocupaban. También se produjo el descenso del Presidente del Consejo
Supremo Electoral del puesto No 6 al número 9 y el Consejo de la Judicatura que
pasó del número 7 al 10.
Los cambios acontecidos fueron consecuencia de hechos y
circunstancias e innegablemente a la presión ejercida por los titulares de
quienes se consideraban afectados por mala ubicación protocolar. En este
sentido, vale la pena señalar algunos hechos relevantes sobre el particular.
Recuerda el autor que durante la presidencia de Rómulo Betancourt, fue nombrado
como Primer Cardenal de Venezuela, su Eminencia José Humberto Quintero.
A su llegada al país, y con la euforia popular desatada por
tan acertado nombramiento, el Presidente Betancourt lo ubico a su derecha en un
acto oficial y a su izquierda al Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, a la sazón
Presidente del Congreso Nacional. Hasta donde se sabe, el Dr. Prieto Figueroa
no estuvo de acuerdo y manifestó su molestia por haber quedado, según sus
palabras, desubicado, en materia de Precedencia con el Cardenal. Este hecho,
aparentemente insignificante, trajo sus consecuencias y de allí en adelante el
afectado hizo saber que no cedería su puesto bajo ninguna circunstancia. Años
después, el Fiscal General de la República, Ramón Escovar Salóm, mostró su disgusto y
señaló que no asistiría mas a actos públicos si no se le otorgaba la posición
que le correspondía en materia de Precedencia. Su incomodidad la vinculó a la
mejor posición que ocupaba el Presidente del Consejo Supremo Electoral. El hecho
adquirió notoriedad en la opinión pública y en ese sentido, un artículo de
opinión del autor en el diario El Universal, el día 15 de Mayo de 1991, cuyo
título decía: “El Fiscal General y el Protocolo”, se fijó posición dándole la
razón al Fiscal, en solidaridad con su justo reclamo. Poco tiempo después, fue
corregida esta situación, conjuntamente con las del Contralor y Procurador y
seria elaborada una nueva Lista Protocolar en la cual todos quedaron
satisfechos.
En la actualidad, y
según la Lista suministrada por la Dirección General Sectorial del Ceremonial y
Acervo Histórico de la Nación, se observan cambios importantes en materia de
Protocolo y Ceremonial de Estado. En primer lugar. Es de mencionar que antes,
los Poderes públicos, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, estaban claramente
representados y también había un reconocimiento al denominado Poder
Eclesiástico, mediante la inclusión del Cardenal Arzobispo de Caracas, en la
posición número 5. Para estos momentos, ya no son solo los tres poderes antes
mencionados; ahora existe también el Poder Ciudadano, que está representado por
el Fiscal, el Contralor y el Defensor del Pueblo, el Poder Electoral y el Poder Moral. El
Congreso Nacional, antes bicameral, fue
eliminado y sustituido por la Asamblea Nacional
integrada solo por Diputados. En lugar de los dos representantes que
antes tenía aquel, Presidente y Vicepresidente, ahora solo existe uno, el
Presidente, como representante de la Asamblea Nacional. La Corte Suprema de
Justicia pasó a llamarse Tribunal Supremo de Justicia. Se creó también la Vice-Presidencia y se eliminó la presencia de la Iglesia. La
nueva Lista Protocolar, en sus primeras posiciones, quedó conformada como
sigue:
1.Presidente de la
República
2.Presidente de la
Asamblea Nacional
3.Presidente del Tribunal
Supremo de Justicia
4.Fiscal General de la
República
5.Presidente del Consejo
Nacional Electoral
6.Contralor
7.Defensor del Pueblo
8.Procurador
9.Vice-Presidente
10.Ministro de Relaciones
Interiores
11.Ministro de Relaciones
Exteriores
12.Ministro de Hacienda
13.Ministro de Defensa
14....15)...16...etc.,,
continúan los nombres de los demás Despachos del Ejecutivo, con cambios de
nombres en algunos casos y eliminación
en otros. Al terminar estos, la posición siguiente pertenece al Alcalde Mayor,
institución reciente electa por votación popular, directa y secreta, que
sustituyó al Gobernador del Distrito Federal, el cual era nombrado por el
Presidente de la República. Después del Alcalde Mayor, continua el sistema como
en la IV República, respetando la antigüedad de las diferentes alcaldías, sigue
el Alto Mando Militar y luego el resto de las personalidades que ocupan las
demás posiciones previstas en la Lista de Protocolo y Ceremonial, que es más o
menos la misma de la IV República,
conservando su Precedencia, y tan solo variando, en algunos casos, el
nombre de las Instituciones que representan.
El Presidente de la República ocupa la primera posición, es
decir, la de mayor Precedencia, en todos los Actos públicos organizados por el
Poder Ejecutivo. No obstante, en vista de la separación de los distintos
poderes, es posible observar que si se realizara un Acto del Poder Legislativo,
su titular no cede la Precedencia, ocupando éste la primera posición,
ubicándose el Presidente de la República a su derecha. A la izquierda del
Presidente de la Asamblea estaría el
representante del Tribunal Supremo de Justicia, y así sucesivamente, siguiendo
siempre la costumbre protocolar de
alternar la derecha como primera
posición y la izquierda como segunda. Si el Presidente de la República hace
acto de presencia en cualquier acto organizado por los distintos Gobernadores
de Estado, máximos representantes del Ejecutivo Regional, los desplaza
inmediatamente y pasaría a ocupar la
primera posición. No ocurre lo mismo en las distintas Alcaldías las cuales, por
formar parte de un poder distinto, no ceden su Precedencia, siquiera ante el
Presidente de la República.
Precedencia
en el Cuerpo Diplomático
En muchos países, la
Jefatura del Cuerpo Diplomático corresponde al Decano, figura ésta que ejerce
su cargo, honorífico, como vocero del colectivo. Se trata del Embajador que
tiene mayor antigüedad. En otros países como en Venezuela, al igual que en Latinoamérica,
muchos africanos y otros europeos, el
cargo de Decano del Cuerpo Diplomático lo ejerce el Nuncio Apostólico,
representante del Estado Vaticano y de su Santidad el Papa. En el caso
especifico de Venezuela, la razón de que
así sea está en función de un Concordato suscrito con la Santa Sede, lo cual se
explica en el Capitulo referente al Protocolo y Ceremonial Eclesiástico. Al
reconocer la primacía o Precedencia del Nuncio en Venezuela, el orden
protocolar queda establecido de la siguiente manera:
1.Nuncio
2.Embajadores extranjeros
por antigüedad (Fecha de presentación de las Cartas Credenciales)
3.Embajadores nacionales (
Por antigüedad)
4.Ministros
Plenipotenciarios (Por antigüedad)
5.Encargados de Negocios
Ad Hoc (Según fecha de presentación de Cartas de Gabinete)
6.Encargados de Negocios
Ad Ínterin (Según su antigüedad en el
cargo)
7.Ministros Consejeros
(Ídem)
8.Consejeros (Ídem)
9.Primeros Secretarios
(Ídem)
10.Segundos Secretarios
(Ídem)
11.Terceros Secretarios
(Ídem)
12.Agregados: Políticos,
Culturales y Comerciales.(Precedencia según Embajada)
13.Agregados Militares:
(Según su rango)
14.Ayudantes Militares.
La Precedencia es y debe
continuar siendo, rigurosamente observada, a objeto de evitar incomodidades y
molestias innecesarias. El Embajador adquiere la suya a partir del momento de
la presentación de sus Cartas Credenciales. En el supuesto de que concurran dos
o más el mismo día, a presentarlas, la Precedencia la tiene el que presenta
primero, aunque sea con minutos de diferencia y ello significa que va siempre
antes del que presento minutos después. El criterio de Precedencia es válido
igualmente para el resto de los funcionarios antes citados, con las modalidades
inherentes a cada una de sus diferentes categorías o rangos. Con objeto de
clarificar y evitar problemas derivados de hechos que suelen ocurrir cuando se
está en servicio en el exterior, se consideró conveniente dar a conocer el
texto de la Reglamentación Conjunta que en materia de Protocolo y Ceremonial,
emitieron la Dirección del Protocolo del M.R..E., y del Ceremonial y Protocolo
Militar del Ministerio de la Defensa, mediante la comunicación No
DIP.Circularl-4, del 5 de Mayo de 1993, la cual se explica por sí sola.
Precedencia
que debe regir en todas las Representaciones Diplomáticas Venezolanas.
“Cumplo con informarle que el Despacho, de acuerdo con la
práctica y costumbre internacional y lo estipulado en los Artículos 3 y 70 de
la Ley del Personal del Servicio Exterior, en relación con las funciones
desempeñadas, establece una separación entre el personal diplomático, cuyas
labores son estrictamente diplomáticas, y el personal técnico, aunque a este
último se le otorguen reconocimiento y privilegios diplomáticos a fin de
facilitar el desempeño de sus funciones.
Si bien es cierto que los grados militares tienen equivalencia con
los rangos diplomáticos, los primeros no tienen el status de los segundos, por
lo que su
ubicación Serra después de los
funcionarios que conforman el personal diplomático. Solamente el Agregado
Militar con rango de General o su equivalente en la Armada, se podrá colocar,
en actos protocolares, después del funcionario que en ausencia del Embajador
quede como Jefe de Misión en calidad de Encargado de Negocios Ad Ínterin”
La Resolución Conjunta establece claramente la ubicación de los funcionarios antes
descritos, al momento de utilizar la figura de la Precedencia. Es de mencionar
que en algunas oportunidades se produjeron molestias en Embajadas venezolanas
debido al desconocimiento del texto citado en el Reglamento, pero igualmente
debe admitirse que una vez mostrado el mismo, el inconveniente suscitado
desapareció de inmediato y fue aceptada sin reparos la ubicación protocolar allí
prevista.
Precedencia
Consular
Aunque la nueva Ley del Servicio Exterior de la República
equipara en rango al Embajador con el Cónsul General, lo cierto es que ni éste,
ni los demás funcionarios consulares que le continúan: Cónsul General de 1ª,
Cónsul General de 2ª, Cónsul de 1ª, Cónsul de 2ª y Vice Cónsul, por el simple
hecho de no tener una acreditación política ante el país receptor, no pueden
equipararse a los funcionarios diplomáticos en materia de Representación. El
ejemplo a continuación es ilustrativo. Se
ha programado la visita oficial del Presidente de la República de
Venezuela, o de cualquier otro país, al exterior De inmediato, el Estado receptor, en
ejecución del programa previsto, se pone en contacto, días antes, con la
Embajada del Jefe de Estado visitante. En la
Misión Diplomática no hay para el momento Embajador ni Ministro
Consejero ni Consejero, sino un Primer Secretario o un Segundo, y en el Consulado del mismo país se encuentra
como titular un Cónsul General. En casos como este, resulta obvio que el Primer
o Segundo Secretario, en ausencia del Embajador, debió haber sido acreditado
como Encargado de Negocios Ad Ínterin previamente.
Es en casos como
este que el funcionario diplomático al
que se hace referencia, por inferior que sea en rango al del Cónsul General, lo
desplaza y ocupa la posición de privilegio al momento de recibir a su propio
Presidente y de atenderlo en actos oficiales. La naturaleza política del
diplomático de menor rango permitió su mejor ubicación respecto del funcionario consular por el simple hecho de
que la acreditación de este tiene un carácter distinto, fundamentalmente
comercial, notarial y de inmigración.
En los consulados existe igualmente una institución similar
al Cuerpo Diplomático, que en este caso se llama Cuerpo Consular, dirigido por un Decano que actúa como vocero
autorizado del mismo. Por lo demás, las Precedencias que corresponden a esta
otra rama del Servicio Exterior, están reguladas por la Convención de Viena
sobre Relaciones Consulares de 1963.
No hay comentarios:
Publicar un comentario