CEREMONIAL PÚBLICO
PROTOCOLO
Viene
del latín Protocolum que encierra varias acepciones, y entre
ellas: La primera hoja engolada o pegada a otras escrituras. Serie ordenada de
escritos y documentos. Conjunto de actas de un acuerdo, conferencia o congreso
diplomático. Regla del Ceremonial Diplomático.
Ceremonial
Etimológicamente
proviene del latín Ceremonialis, perteneciente o relativo al uso de las
ceremonias. Conjunto de formalidades para cualquier acto público o solemne.
Libro o tabla en que están escritas las ceremonias que se deben observar en los
actos públicos.
Fuentes
Las
fuentes del Protocolo y del Ceremonial son los Tratados y las costumbres
internacionales. A decir del tratadista
Pradier- Foderé, “es en las formalidades del Ceremonial donde los
Estados se observan entre sí y llegan a
comprender sus deberes y derechos y donde la igualdad de los Estados recibe la
ocasión especial de manifestarse.”
DEFINICIONES
Protocolo
Es una
suerte de código de cortesía internacional, sinónimo de Ceremonial pero no de
Etiqueta. Se le considera como un conjunto de normas generales de carácter
social que se aplican en un acto o en una Ceremonia Pública. Conjunto de normas
sobre Etiqueta y Ceremonial. Jean Serres lo define como el “Savoir vivre” de
las naciones. Está más orientado hacia las Relaciones Exteriores.
Ceremonial
Se le
suele definir como el conjunto de formalidades conque se ejecutan un acto
público o solemne. Vendría a ser la forma o manera como se implementan las
normas del Protocolo. Se orienta más a vincular las relaciones interiores de
los Estados, con las personalidades nacionales y extranjeras.
FUNDAMENTOS,
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
El
fundamento
Tanto
del Protocolo como del Ceremonial se encuentra en el reconocimiento a la acción
organizada de una serie de normas de contenido social cuya ejecución y
cumplimiento logra un mejor desenvolvimiento de los actos públicos y privados
en la sociedad.
Similitudes
y diferencias
Actualmente
se considera que ambas expresiones: Protocolo y Ceremonial, en sentido amplio
son sinónimo y pudieran complementarse toda vez que su finalidad, en el orden
público, tiende principalmente a resolver el problema de las Precedencias. Así
como del Protocolo se afirma que es
código de cortesía internacional cuyas normas no pueden ser socialmente
ignoradas; del Ceremonial se dice que su
propia naturaleza lo obliga a implementar las
reglas o normas protocolares, para el funcionamiento adecuado de los actos
públicos previstos en las ceremonias
civiles y religiosas, así como en todos aquellos que revistan un carácter
solemne. Visto desde este ángulo, el Ceremonial sería entonces la sucesión de actos o introducción
por el uso o por la voluntad de personalidades autorizadas a participar en una
ceremonia pública o privada. El Ceremonial ha existido desde siempre, y aunque
normalmente se le observa en diferentes manifestaciones de culto y de la
autoridad pública, es particularmente en
el sistema monárquico donde adquiere mayor notoriedad.
En la
actualidad, el cumplimiento de las
normas del Protocolo así como su puesta
en práctica por parte del Ceremonial,
tienen lugar en el marco de las relaciones internacionales, dentro de la mayor
reciprocidad y en un plano de igualdad. Hoy día no se aceptan discriminaciones
sociales ni tampoco mayores honores a
unos en detrimento de otros como solía ocurrir en tiempos pretéritos.
Otros
conceptos
Con
relación al Protocolo, el Ceremonial y la Etiqueta, que muchos llegan a
confundir, pudiera decirse que tanto el Protocolo como la Etiqueta tienen un
carácter pasivo mientras que el Ceremonial es, por el contrario, activo. Las
normas sociales a que se hace referencia
estarían vinculadas a las tres
expresiones de la forma siguiente: El Protocolo
aporta las normas y el
Ceremonial, su ejecución y cumplimiento, mientras que la Etiqueta reglamenta
las normas de ambos, vale decir las maneras, usos, costumbres y ademanes
así como el comportamiento adecuado para su implementación.
Se ha
dicho igualmente del Protocolo que hay muchas personas que son excesivamente
protocolares en su trato en tanto que
otras parecieran “odiar el Protocolo.” Lo que en definitiva debe tenerse
claro es que el Protocolo es necesario en la vida social y política. Igualmente, que no debe exagerarse en cuanto
a que la condición de alguna persona en un momento dado le haga suponer que en
todo momento le van a rendir honores, aunque no exista la posibilidad material
o el conocimiento adecuado de la persona encargada en un momento dado para
satisfacer la vanidad o el ego del que
busca estos honores. Lo que si no puede permitirse es que teniéndose las posibilidades y la disposición
para aplicar las normas, se ignore indebida o deliberadamente a un invitado
para no ubicarlo en el lugar que le
corresponde. Cuando hechos como estos llegan a ocurrir, son comunes las
manifestaciones de desagrado que llegan
incluso a materializarse cuando el afectado se retira del lugar, lo que no es
criticable, haciendo ver su
inconformidad.
Críticas
De toda
la materia que forma parte del Derecho Diplomático, es probablemente la relativa al Protocolo y el Ceremonial la
que ha recibido más críticas. En efecto, según Ferreira de Melo, obra citada
Pág. 282, “han sido expuestos a todo tipo de ironías y se le ha reprochado
tanto lo superficial como su aparente frivolidad”. No faltaron quienes los tildaron incluso de ridículos por la
meticulosidad y rigidez de sus normas.
Lo que
seguramente ignoran los críticos es lo
que pudiese ocurrir si no se observaran
en la actualidad ni el Protocolo ni el Ceremonial. Ante semejante posibilidad, no sería difícil pensar que habría que
regresar al régimen social imperante antes de la valiente decisión asumida en
1760 por el Canciller de Portugal, Marques de Pombal, cuya posición, como ya es
conocida, recogió años después el Congreso de Viena de 1815. Entonces si había
de que preocuparse ante la ausencia de una reglamentación en esta materia que, gracias a ello fue solucionada
por la mas estricta y lógica aplicación tanto de la Precedencia como del
Protocolo, Ceremonial y la Etiqueta. En aquella época las disputas por una
mejor posición degeneraban en duelo y la Historia de la Diplomacia está llena
de incidentes al respecto.
Sus
defensores, que no son pocos, consideran por el contrario de gran utilidad su
uso, al que no vacilan de calificar como absolutamente necesario. Ferreira de
Melo señaló en ese sentido; “Se trata de un elemento de orden creado para
evitar fricciones y resolver las divergencias que se producen constantemente
por la colisión de las vanidades humanas. Sin ellos habría un verdadero caos
como antes de Viena por no regularse la Precedencia.”.
Funciones
de los Directores del Protocolo y del Ceremonial
En casi
todos los países el Director del Protocolo se encuentra adscrito al Ministerio
de Relaciones Exteriores, en tanto el de Ceremonial, llamado en Venezuela
Director del Ceremonial y Acervo Histórico dela Nación, pertenece al Ministerio
de Relaciones Interiores. Indudablemente que las funciones de ambos son
similares en cuanto al desempeño y en oportunidades se complementan, pero varían por las responsabilidades
diferentes que el ejercicio de ambos cargos comporta.
El
Director del Protocolo tiene entre sus funciones la organización y coordinación
de todo lo relacionado con el programa y
la logística de los viajes al exterior del Jefe del Estado, del
Canciller, Director General del
Ministerio de Relaciones Exteriores y de las Misiones Especiales, así como todo
lo vinculado a las visitas que hagan al país los Jefes de Estado y de Gobierno
o personalidades extranjeras.
El funcionario es al mismo tiempo el responsable de la
tramitación, acreditación y término de Misión de los Embajadores y Encargados
de Negocios acreditados en Venezuela, así como de los Oficiales de las Fuerzas
Armadas nacionales y extranjeras que cumplen funciones en sus respectivas
Agregadurías de Defensa. Le compete además todo lo concerniente a la tramitación y otorgamiento
de Plácet o Beneplácito, Régimen de Inmunidades y Privilegios, Franquicias
diplomáticas, Condecoraciones, elaboración de mensajes de felicitación y
condolencias a los Gobiernos extranjeros y muchas otras funciones.
El Director del Ceremonial y Acervo Histórico de la Nación
como se indicó, está adscrito al
Ministerio de Relaciones Interiores, y aunque sus funciones son parecidas su
área de trabajo, por interna, es mas reducida. Sus labores tienen que ver
igualmente con las personalidades extranjeras, pero también con las nacionales.
En cuanto a los extranjeros que visitan el país, su trabajo radica en
acompañarlos a los actos oficiales en el Congreso y/o Asamblea Nacional, conjuntamente
con el Director del Protocolo de la Cancillería, así como a Ofrendas florales
al Libertador en el Panteón Nacional y en la Plaza Bolívar. Ambos Directores se
complementan en el desarrollo de sus funciones en cuanto al exterior se
refiere. En lo relativo a las actividades desarrolladas por funcionarios
nacionales en Venezuela, con excepción
de la Presidencia y la
Cancillería, el responsable de la coordinación es el Director del Ceremonial,
conjuntamente con sus homólogos del Congreso y/o Asamblea Nacional,
Gobernaciones y Alcaldías, según el caso.
Consideraciones
generales
Es necesario
diferenciar el Ceremonial
Diplomático propiamente dicho, que llega incluso a confundirse con el de
Cancillería, de éste propiamente dicho; así como ambos del Ceremonial de Estado
también llamado de Corte. En principio, todos tienen como punto de partida el
reconocimiento a la Precedencia, la solemnidad, los honores, títulos, rangos y cargos; pero cada uno de
ellos tiene sus propias características.
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